Por ello, es primordial conocer el consumo de nuestros aparatos y realizar tareas de mantenimiento para sacarles el máximo partido con el menor uso posible de energía.
A continuación te mostraremos algunos elementos en los que reparar a la hora de plantearnos el objetivo de conseguir ahorrar en la luz de manera efectiva.
Ahorrar en luz algunas veces responde a aspectos más técnicos que otras en las que la reducción del consumo de energía recae exclusivamente sobre el consumidor.
En el caso de la potencia contratada, ahorrar en luz se centra en un factor meramente técnico. A mayor potencia contratada mayor precio en la factura final.
Por eso, es fundamental que prestemos atención a la potencia que tenemos contratada porque a veces es superior a la que realmente necesitamos y bastará con reducirla para también disminuir el coste de nuestro recibo final.
Contratar una tarifa de discriminación horaria puede ser una buena opción para ahorrar en luz.
Con la tarifa de discriminación horaria la electricidad tiene dos precios diferentes, uno para cada período en los que se divide la facturación de la energía.
De este modo, tenemos horas valles (durante la noche) en las que el precio de la energía es más barato, y horas punta (durante el día) en las que la electricidad es más cara.
El fin de esta tarifa es reducir el consumo máximo que se realiza en las horas punta y hacerlo en las horas valle cuando el precio de la electricidad es menor, de esta forma ahorrar en luz es posible.
Tanto la potencia como la tarifa de discriminación horaria son los aspectos más técnicos de esta serie de recomendaciones para ahorrar en luz que hoy te mostramos.
Otro aspecto fundamental y que no es tan técnico, que depende más del buen hacer del consumidor para ahorrar en luz, es aislar bien su vivienda.
Una vivienda bien aislada reduce notablemente el consumo de energía.
Los electrodomésticos son los mayores responsables de que nuestros recibos de luz se vean encarecidos. En este sentido es muy importante contar con dispositivos con etiqueta energética de la categoría A+, es decir, muy eficientes. Esto quiere decir que mientras más eficientes sean nuestros aparatos eléctricos menor consumo de energía realizarán y sus funciones no se verán afectadas.
También conviene realizar labores de mantenimiento para tenerlos siempre en buen estado y evitar que su consumo se dispare.
Otro aspecto importante para ahorrar luz con los electrodomésticos es apagarlos por completo cuando no se estén usando. La mayoría de dispositivos eléctricos se quedan en stand by aunque creas que los has apagado y por lo tanto siguen consumiendo energía.
Se estima que el stand by puede suponer un gasto de hasta 70 euros al año. De esta forma, apagando por completo los equipos evitamos el coste extra que puede suponer.
Si disponemos de un sistema eléctrico de climatización en nuestras viviendas conviene mantener la temperatura entre los 19ºC y 21ºC. Esta es la que se considera como temperatura de confort. Subir la temperatura en invierno o bajar excesivamente en verano puede suponer que el consumo de energía se dispare notablemente.
Seguro que aún tienes toda la casa con bombillas tradicionales y te empeñas en apagar todas las luces cuando ves una encendida. La solución es fácil, cambia las bombillas convencionales por LEDs y podrás ahorrar en luz.
El consumo de un LED es mucho menor que el de una bombillas convencional además no requieren de ningún mantenimiento ya que están hechos de materiales resistentes que les dotan de una larga vida útil, además son respetuosos con el medio ambiente ya que no contaminan nada.